Nadie duda que la actividad de aprendizaje más compleja en la etapa infantil esté relacionada con el proceso de la lectura y la escritura. A menudo los métodos tradicionales utilizados no son válidos para muchos niños y se nos hace necesario el uso de técnicas que puedan ayudar a mejorar el aprendizaje de tan necesarios códigos gráficos y semánticos.
Cada vez más son conocidos los factores que inciden en la maduración de los procesos psicológicos que tienen que ver con estos aprendizajes y que felizmente nos llevan a entender que el resultado de la lectura y la escritura en el niño dependen de las estrategias que desarrollemos previo y durante el proceso de aprendizaje tales como la discriminación de formas, la orientación espacio-temporal, la memoria visual y auditiva, postura corporal, entrenamiento motriz entre otras.
Muchos expertos en el tema aseguran que luego de establecer estas necesidades se pueden definitivamente abordar el aprendizaje específico de la lecto-escritura y que si ellas casi seguro encontraremos siempre lagunas en el recorrido escolar del niño.
Sin embargo no hemos avanzado e investigado por igual en el campo de la lectura como en el de la escritura. Enseñar a leer al niño resulta muchas veces menos complejo por el sin fin de métodos fundamentales de aprendizaje de la lectura que existen, pero para enseñar a escribir seguimos siendo muy tradicionales y el niño hace rechazo a la actividad. Recordemos que escribir no es solo someter al niño al copiado de trazos de letras que el resultado de la escritura dependerá de la calidad y del cómo realiza los trazos. De ahí que el niño que no tenga una buena discriminación visual o que tenga una cierta inmadurez espacial , no consiga hacer los trazos correctos y nos daremos cuenta cuando le propongamos mayor velocidad o detectemos cierta fatiga a la hora de desarrollar la dinámica del proceso de la escritura.
Quizás los responsables de enseñar y entrenar al niño en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura no nos hemos puesto a pensar lo difícil que puede resultar aprender sin estímulos, no me refiero a los de estímulos relacionados con premiar lo que ha hecho bien, sino me refiero a los estímulos sensoriales.
La escritura es una actividad perceptivo-motriz.
Desde una perspectiva constructivista y de implementación grafo-psico-motriz se establecen necesidades que no solo dependerán del maestro, sino que depende en gran medida de las habilidades individuales que desarrollemos en el niño.
El objetivo general del aprendizaje de signos gráficos es la construcción de automatismos motrices específicos de la caligrafía correcta como son: la regularidad del tamaño de las letras, el enlace de las letras (cursiva), el respecto de distancias iguales entre las palabras, la legibilidad de las grafías (letras, sílabas y palabras) y una buena velocidad de escritura.
Al mismo tiempo la caligrafía de la escritura exige el desarrollo de varios procesos psicológicos entre los que se evidencian el aspecto perceptivo (relacionada con la discriminación de las formas y de las características de las letras), el aspecto motriz (relacionada con el acto motriz del movimiento de escritura) y el aspecto simbólico (que tiene en cuenta la comprensión de los signos y del contenido del mensaje gráfico).
¿Qué elementos del desarrollo del niño se deben tener en cuenta durante el proceso de aprendizaje de la escritura?
Las características previas que deberán ser observadas y evaluadas durante todo el proceso grafopsicomotriz y del desarrollo de la niña y el niño están relacionadas con:
- el aspecto motriz:(control de la motricidad fina, destreza y coordinación viso-manual);
- el aspecto cognitivo (entender el porqué de la actividad gráfica y el aspecto simbólico, tal como el sentido de los signos).
- el aspecto afectivo (deseo y placer de escribir).
Principios generales de la escritura.
- La caligrafía es un proceso evolutivo por lo cual es bastante difícil distinguir estadios de pre-caligrafía, listo para la caligrafía y la caligrafía propia, aunque numerosos autores lo propongan;
- Considerar el desarrollo global (motor, cognitivo y afectivo) de los niños y niñas para empezar actividades pre-caligráficas cerca de los 3 ó 4 años;
- Las actividades caligráficas tienen que tener un objetivo para los niños (apellido, nombre, palabras);
- Favorecer la relación entre la mecánica de la caligrafía y su importancia en la legibilidad de la escritura, acto de comunicación.
Cosas en que pensar - Empezar las letras tan pronto como posible en lugar de los trazos tradicionales. - Utilizar lápices de tamaño normal. - Practicar diariamente y por algunos minutos para que el ejercicio no sea aburrido. - Verificar desde el principio que la postura sentada y la prensión del lápiz sean correctas. - Es mejor que los niños aprendan buenas costumbres antes que tener que corregirlas después. - Asociar el ejercicio a algo de significante e importante para la niña o el niño (comunicar). |
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